La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, se ha reunido este viernes con los representantes de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y de los colectivos afectados por las cocinas fantasma, para reclamar la regulación de esta actividad.
El grupo municipal Más Madrid asegura haber localizado unas 200 cocinas fantasma en 30 emplazamientos. Doces de estos locales, aseguran, “son especialmente problemáticos”, al estar en zonas residenciales de la ciudad, con más de cinco cocinas cada uno y entre 100 y 1.500 metros cuadrados.
La instalación de estas cocinas, también conocidas como cocinas industriales o dark kitchen en Madrid, la mayoría de las veces en entornos no apropiados con el desarrollo de la vida urbana, está provocando efectos negativos en la salud y el bienestar de los residentes afectados.
Moratoria en las licencias hasta que se regule esta actividad
Más Madrid ha hecho hincapié en la urgente necesidad de que se regule esta actividad por parte del Ayuntamiento y en que se paralice la concesión de licencias hasta que se produzca dicho ordenamiento. Rita Maestre ha subrayado, en este sentido, que es un problema que ya afecta a miles de vecinos en la capital y ha pedido al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que actúe de manera inmediata.
Tanto Más Madrid, como la FRAVM reclaman que el Ayuntamiento apruebe una moratoria de la concesión de las licencias en tanto en cuanto no haya una regulación específica para las cocinas fantasma para evitar que continúen proliferando y se consoliden.
Cocinas fantasma en zonas residenciales
Durante el año pasado comenzaron a construirse 38 cocinas en un patio de vecinos en el barrio de Prosperidad (Chamartín). Ahora hay infraestructuras de estas características (la mayor parte en bajos de edificios) en Tetuán (4), Chamartín (2), Puente de Vallecas (1), Arganzuela (2) y en Centro, Retiro y Salamanca (1 en cada uno de estos tres distritos). De todas ellas, solo cinco están en funcionamiento y el resto, en trámites.
Más Madrid llevó al Pleno del pasado mes de febrero una proposición para modificar el actual Plan General de Ordenación Urbana y establecer mecanismos con el fin de regular de forma adecuada la instalación de las llamadas cocinas fantasmas. Para la formación que lidera Rita Maestre, la proliferación de estas instalaciones es una actividad nueva que no encaja del todo con la normativa en vigor. Y queda a caballo entre los servicios de restauración, aunque sin barras ni mesas, y la industria alimentaria. Es obvio que el Plan General, aprobado y en vigor desde 1997, está obsoleto ante esta nueva realidad.
Propuestas en otros distritos
Durante los meses de marzo y abril defendió varias propuestas en los plenos de distrito de Centro, Puente de Vallecas, Arganzuela, Chamartín al respecto, para evitar la concesión de licencias de primera ocupación y funcionamiento, y la autorización ninguna reserva de aparcamiento vinculada a la actividad de las cocinas industriales.
“No queremos estos negocios junto a nuestros colegios y viviendas, donde están provocando problemas de ruido, olores, humos, inseguridad y de movilidad”; ha insistido Rita Maestre al término del encuentro. La actividad debe realizarse en locales adecuados en entornos no residenciales; con licencias de uso industrial para elaboración, fabricación y tratamiento de productos alimenticios para su consumo fuera del local, tales como ‘elaboración de comidas para su distribución a establecimientos de restauración o comercio de platos preparados y catering’.